La DGT está obsesionada con encontrar nuevas fórmulas para controlar a los conductores en todo tipo de vías. A los nuevos radares móviles de pequeño tamaño que han equipado en algunas patrullas motorizadas de la Guardia Civil de Tráfico y a las avionetas que están probando y que apoyarían la labor de Pegasus, se unen ahora unos drones dotados de cámaras muy precisas.

Estos nuevos dispositivos corresponden al modelo Mavic Pro de la marca DJI y entre sus características y aptitudes encontramos que tienen una autonomía de alrededor de media hora, que se pueden controlar hasta una distancia de 13 kilómetros, que pueden alcanzar casi los 70 km/h, que tienen un GPS ultrapreciso y que ofrecen imágenes en 4K Ultra HD (son capaces de mostrar la cara y rasgos de un conductor con total claridad). Según algunas informaciones, la DGT habría adquirido cinco unidades a un precio de unos 800 euros cada una.

Están en fase de pruebas… por el momento

El número de radares de velocidad no para de aumentar

Por el momento, este aparato está en fase de pruebas pero, en caso de que se llevara a cabo su utilización, supondría un gran paso en materia de vigilancia para las administraciones y también un buen ahorro económico derivado del coste que supone salir a volar con un helicóptero. Durante esta primera etapa, los drones están volando por las carreteras cercanas a Madrid a una altura de unos 600 metros y se están centrando en reflejar si los conductores realizan maniobras prohibidas o no llevan puesto el cinturón de seguridad.

Todas estas acciones el dron las puede seguir de manera automática, puesto que permite marcar un objeto fácilmente sin perderlo, ya sea un coche o una persona. Aunque su identificación por parte del conductor será muy complicada, sobre todo si vuelan a una altura considerable, sabemos que están cubiertos por los colores y logotipos de la Dirección General de Tráfico… ¡Al loro!